Sin duda la revelación del torneo por desconocimiento de la mayoría de gente de a pie. Japón no entraba en ninguna de las apuestas para los octavos, y es que todos esperaban más de Dinamarca. Sin embargo, los nipones han pasado la fase de grupos de la mano de este chaval que hizo un brillante inicio de temporada en la Eredivise, en el modesto VVV Venlo, donde marcó unos cuantos golazos que le valieron su billete al CSKA de Moscú, y donde pese a no terminar de destacar como lo hizo en tierras holandesas, fue titular en muchos partidos, incluso en Champions contra el Sevilla realizó un gran encuentro.
Y llega a Sudáfrica, juega contra Holanda un partido algo discreto, pero en la siguiente jornada van Eto'o y sus leones indomables y se topan con Honda, al que le bastó una oportunidad para meterla en la portería. Y para terminar la fase de grupos, con toda la presión de la clasificación encima, abre el marcador con un golazo de libre directo (con la ayuda del que parece que es su colega el Jabulani) y nos deja un recorte espectacular para luego cederle la gloria a Okazaki, tremendo.